Paraíso oculto: Voz y guitarra de Juan Flores

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ACTUALIDAD

Nota a la portada: La "Fuente de la Fundación de La Paz" es un grupo escultórico integrado por las figuras del indio californio, el conquistador y el misionero, que elaboró, con canteras de una sola pieza originarias de la playa El Coyote, el artista paceño Bernardo Arellano Morales por encargo del IV ayuntamiento de la capital de BCS que presidió Matías Amador Moyrón, quien inauguró la obra al término de su mandato, en diciembre de 1983.
Desde entonces se halla ubicada al extremo norte del bulevar Padre Kino esquina con avenida 5 de Mayo.


CASI UN LUSTRO

Con la instalación de los cinco ayuntamientos sudcalifornianos comienza la cuenta de cuatro años y medio de administración municipal, a partir de la promesa y el compromiso, y entre la expectativa y la esperanza.
Se abre entonces la oportunidad de revertir la infinita serie de irregularidades derivadas de varios años de incompetencia y rapiña, más sus males consecuentes de irresponsabilidad, desorden y nula rendición de cuentas, hasta el caos que los últimos informes de los alcaldes fueron incapaces de ocultar o siquiera disminuir, aunque lo intentaron.
Mucho se espera de las gestiones de Esthela Ponce y Jorge Avilés, sus cabildos y colaboradores en La Paz y Loreto, y menos de las comunas de Comondú, Mulegé y Los Cabos, por el conjunto de rasgos personales, profesionales y desempeño público de quienes ahora tienen sobre sí la grave tarea de promover el desarrollo colectivo.
Varios pero muy específicos son los rubros de atención que asigna el artículo 115 de la Constitución General de la República a las autoridades municipales del país: Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales, alumbrado público, limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos, mercados y centrales de abasto, panteones, rastro, calles, parques y jardines, seguridad pública (policía preventiva y de tránsito) “y los demás que las legislaturas locales determinen según las condiciones territoriales y socioeconómicas de los municipios, así como su capacidad administrativa y financiera.”
La Ley Orgánica Municipal del Estado de BCS añade a tales servicios los de conservación de obras de interés social, fomento y conservación de áreas verdes y recreativas, catastro y registro público de la propiedad y del comercio, y funciones básicas como la de prevenir y combatir la contaminación ambiental, así como acrecentar los bienes patrimoniales, los valores cívicos, sociales y culturales, tanto como fomentar
las actividades deportivas.
Para cubrirlos se requerirá tener recursos económicos, sí, empezando por identificar con la mayor claridad y remontar lo más pronto posible el desastre financiero con que los nuevos ayuntamientos reciben su encargo, a más del deterioro moral en que los anteriores condujeron a la vida municipal, cosa nada fácil de reconstruir.
Quizá la primera tarea sea ofrecer, con sensibilidad social y talento político, medios para que la gente recupere confianza y credibilidad en sus gobernantes.
Simultáneamente, asumir el control de todo un conjunto de factores imprescindibles: capacidad de coordinación, aptitud de gestión, habilidad para priorizar y destreza para discernir entre lo urgente, lo necesario, lo conveniente, lo que ha de ser diferido y lo posible.
Porque ya no tiene cabida en esta nueva etapa hacer referencias al pasado con que se pretendió justificar errores, omisiones, incapacidades y rapacidad.
La sociedad sudcaliforniana está ávida de conocer nuevas formas de conducir los negocios públicos.
Los nuevos coordinadores de la vida municipal cuentan para ello con casi un lustro.
Poco o mucho, según se vea y se aproveche.

HISTORIA

EFEMÉRIDES

MAYO

(1960) Quedó inaugurada la red de abastecimiento de agua potable de La Paz, y en el parque Cuauhtémoc de la propia ciudad fue instalada la correspondiente placa conmemorativa, cuya desaparición fue reportada por el Ing. Genovevo Cota Haros en marzo de 2011.

1 (1699) Salió de Loreto el jesuita Francisco María Píccolo al sitio denominado Viggé por los nativos, donde halló, según anotó después el padre Juan María de Salvatierra, “una cañada espaciosa, tan amena, tan llena de arboledas, que todos se llenaron de alegría”, y donde fue establecida la cabecera de la misión de San Francisco Javier.

3 (1535). Hernán Cortés llegó al puerto y bahía donde hoy se asienta la capital sudcaliforniana, que bautizó con el nombre de “Santa Cruz” por la celebración cristiana de la fecha. Esta designación no prosperó y se comenzó a dar a la región la denominación de “California”, y fue la primera en recibirla. Fue Sebastián Vizcaíno quien más tarde dio el nombre de La Paz a la antigua Santa Cruz.

3 (1856) El jefe político José María Gómez dispuso que el villorio del cabo de San Lucas fuese erigido en pueblo, en virtud de que el gobierno general lo habilitó para el comercio de cabotaje.

3 (1939). Fue fundada en La Paz la biblioteca “Mtro. Justo Sierra”, en la sala principal de la escuela secundaria “José María Morelos” (Belisario Domínguez entre 5 de Mayo e Independencia). Más tarde pasó a formar parte de la Casa de la Cultura (Madero y 5 de Mayo) y finalmente quedó instalada en el edificio “Sobarzo” (Altamirano entre 5 de Mayo y Constitución).

4 (1913). Nació Francisco Cardoza Carballo, quien sería profesor, médico y político relevante. Murió el 12 de abril de 2009.

5 (1602). Salió de Acapulco el general Sebastián Vizcaíno en su segundo viaje a California a explorar los litorales peninsulares; llegó hasta los 43°.

7 (1837) Ante el ayuntamiento de La Paz asumió el gobierno de la península el Lic. Luis del Castillo Negrete, cuyas primeras disposiciones procuraron aplacar la situación conflictiva que en todos sentidos vivía la población. Permaneció en ese puesto hasta 1842 en que presentó su renuncia.

LIBRERÍA

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, por Bernal Díaz del Castillo, Edit. Porrúa (colección “Sepan cuantos...”, 5), México, 1974.
(Última de cuatro partes)

Como resultado de su quinta expedición al noroeste novohispano, Hernán Cortés logró llegar al punto que él designó como “puerto y bahía de la Santa Cruz”, precisamente el 3 de mayo de 1535.
“... y luego despachó los navíos para que volviesen por los demás soldados y mujeres casadas y caballos que quedaban aguardando [en Chiametla, Sinaloa] con el capitán Andrés de Tapia. Y luego se embarcaron y, alzadas velas, yendo por su derrota dioles un temporal que les echó sobre un gran río que le pusieron por nombre San Pedro y San Pablo.
“Y, asegurado el tiempo, volvieron a seguir su viaje, y dioles otra tormenta que les departió a todos tres navíos, y el uno de ellos fue al puerto de Santa Cruz, adonde Cortés estaba, y el otro fue a encallar y dar al través en tierra de Jalisco, y los soldados que en él iban estaban muy descontentos del viaje y de muchos trabajos, se volvieron a la Nueva España y otros se quedaron en Jalisco. Y El otro navío aportó a una bahía que llamaron el Guayabal...”
Continúan las quejas de los colonos por las pérdidas de los barcos, pues en ellos viajaban los bastimentos, “porque no tenían qué comer –relata Bernal Díaz-, y en aquella tierra no cogen los naturales de ella maíz, y son gente salvaje y sin policía [orden, buen cuidado]... Y lo que comen son frutas de las que hay entre ellos, y pesquerías y mariscos. Y de los soldados que estaban con Cortés, de hambre y de dolencias se murieron veintitrés, y muchos más estaban dolientes y maldecían a Cortés y a su isla y bahía y descubrimiento.”
“Y [Cortés] acordó ir en persona con el navío que allí aportó, y con cincuenta soldados y dos herreros y carpinteros y tres calafates en busca de los otros dos navíos.”
Dio con ellos “con grandes trabajos, y con tornarlos a aderezar y calafatear volvió a la isla de Santa Cruz... y comieron tanta carne sus soldados que lo aguardaban que, como estaban tan debilitados de no comer cosa de substancia de muchos días atrás, les dio cámaras [deposiciones] y tanta dolencia que se murieron la mitad de los que quedaban.”
Don Hernando persistió en obtener alguna utilidad de la nueva tierra, más por orgullo que por perspectivas, hasta que su esposa Juana de Zúñiga envió por él a dos embarcaciones, una de ellas capitaneada por Francisco de Ulloa, a quien Cortés dejó encargado de la pequeña colonia.
“...luego se vinieron todos los soldados y capitanes que había dejado en aquellas islas o bahía que llamaban la California...”
“Y de allí a pocos meses, como Cortés estaba algo más reposado, envió otros dos navíos bien abastecidos, así de pan y carne como de buenos marineros y sesenta soldados y buenos pilotos, y fue en ellos por capitán Francisco de Ulloa...”
“Y en esto que he dicho paró los viajes y descubrimientos que el marqués hizo, y aun le oí decir muchas veces que había gastado en las armadas sobre trescientos mil pesos de oro...”
El cronista concluye afirmando que, después de su expedición a California, el controvertido extremeño “en cosa alguna tuvo ventura después que ganamos la Nueva España.”