EFEMÉRIDES DE LA SEMANA

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ACTUALIDAD

REFORMA MUNICIPAL
(Reedición actualizada)

En el conjunto de reformas estructurales que el gobierno de Enrique Peña Nieto se comprometió a promover para fincar el desarrollo presente y por venir de México, deberá estar la reforma a los artículos 115 y demás relativos de la Constitución General de la República, referidos al municipio mexicano.

   Dicho artículo habla, como se sabe, de la composición política de este tercer orden de gobierno --más que gobierno de tercera como ha sido hasta hoy--, y no por falta de visión del constituyente de 1917 sino porque ahora son otras las circunstancias del país.

   La fracción tercera del citado dispositivo dice que los municipios deberán cubrir los servicios públicos y funciones siguientes: agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales, alumbrado público, limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos, mercados y centrales de abasto, panteones, rastro, calles, parques y jardines, seguridad pública, policía preventiva municipal y tránsito “y los demás que las legislaturas locales determinen según las condiciones territoriales y socioeconómicas de los municipios, así como su capacidad administrativa y financiera.”

   En este último aspecto se dice también que los municipios “administrarán libremente su hacienda, la cual se formará de los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así como de las contribuciones y otros ingresos que las legislaturas establezcan a su favor y, en todo caso, percibirán las contribuciones, incluyendo tasas adicionales, que establezcan los estados sobre la propiedad inmobiliaria [...],  las participaciones federales y  los ingresos derivados de la prestación de servicios públicos a su cargo.”

   Y aquí viene otro asunto muy interesante, y es el que se refiere a que “sólo estarán exentos los bienes de dominio público de la Federación, de los Estados o los Municipios [...]”

   El único impuesto que va directamente a la tesorería del municipio es el predial, pero resulta que éste tiene en la actualidad muchas excepciones, como son los aeropuertos, las iglesias, las escuelas, la CFE y hasta Telmex (que carece hasta hoy de la obligación de cubrir impuestos por sus casetas y publicidad en la vía pública). Inusual, pero justo, es el hecho de que el municipio de San Luis Potosí haya ganado recientemente una controversia a la empresa telefónica de Carlos Slim, la cual llegó a 60 millones de pesos por uso de vía pública; esto crea una jurisprudencia que deberá ser útil en demandas posteriores.

   Una nota reciente en el periódico capitalino El Financiero (13-08-2015) expresa que “Las tarifas eléctricas 5, 5-A y 6 que pagan ciudades y municipios del país por alumbrado público, semáforos o decoraciones temporales se incrementaron mensualmente entre 6 y hasta 9 por ciento, a diferencia de lo ocurrido con la facturación de luz en hogares, comercios e industrias que disminuyeron a ritmos de entre 25 y 30 por ciento cada mes, en comparación con el 2014.” Añade que “En el caso de la tarifa 5A que utilizan todos los municipios -con excepción de Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal-, el costo subió 9.4 por ciento en junio de 2015 contra el mismo mes de 2014.
En México las erogaciones de iluminación y alumbrado público representan entre el 5 y hasta el 10 por ciento de todos los costos de las administraciones locales, de acuerdo con Fitch Ratings, firma consultora que ofrece productos y servicios para la industria financiera.  

   Durante el seminario “Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional” que se efectuó el 2 de octubre pasado (2014) en el Senado de la República, Sergio Arredondo Olvera, quien dirigía la Federación Nacional de Municipios de México, afirmó que el modelo municipal de esta república está agotado, y por esto tiene que cambiar, dijo contundentemente.

   Subrayó el hecho de que el municipio, primera instancia del contacto ciudadano con su autoridad, así como ésta, son considerados como menores de edad o tácitamente incapaces, y su significación es, en consecuencia, limitada por un paternalismo federal y estatal que funciona más bien como camisa de fuerza, que acota de manera abusiva las potencialidades de la gente que vive y se desenvuelve en el municipio, que es su hábitat político fundamental, la polis, la ciudad.

   Habló de  una “debilidad hacendaria inaceptable” porque, nótese bien: del fondo general de participaciones (reparto presupuestario nacional), el 80 % se lo queda la federación, el 16 % es para repartir en las 32 entidades federativas, y sólo el 4 % está destinado a la totalidad de los municipios. Los suecos, en cambio (por citar sólo un ejemplo), otorgan el 94 % de sus ingresos fiscales al municipio.

   El escepticismo social por el insuficiente desempeño de la administración municipal en materia económica ha llevado a culpar de ello a los ayuntamientos, siendo que su exiguo beneficio es a causa de un obsoleto funcionamiento del régimen municipal, derivado básicamente de la precaria asignación de recursos a éste.

   Dijo el municipalista en su intervención que “se requiere un federalismo más vigoroso... una revolución urbana..., tenemos que crear un nuevo modelo municipal para nuestro país, con mayor equidad entre esos tres órdenes de gobierno y poniendo a los ciudadanos en el centro...”

   Afirmó que “el municipio debe ser actor clave en el desarrollo de nuestro país” y concederle mayor autonomía, así como equidad fiscal y presupuestaria. Para apuntar una incongruencia en este sentido, recuerda que el impuesto de alcoholes es recaudado íntegramente por la federación, y el trabajo de lidiar con los borrachos debe ser asumido íntegramente por la policía que paga el erario municipal.

   En el mismo orden de ideas, recuérdese que los impuestos sobre la pesca son federales, y es el ayuntamiento el que tiene la obligación de prestar los servicios públicos a las comunidades ribereñas que se dedican a esa actividad. Le es exigido el trabajo de rellenar los baches (lo cual está en capacidad de hacer con su personal y equipo), pero carece de una partida presupuestaria y dinero para comprar chapopote.

  Cada competencia debe tener sus recursos, sostiene Arredondo Olvera; es lo justo y coherente, pero resulta que en la actualidad se demanda al ayuntamiento atender servicios para los que no se le asignan elementos pecuniarios.

   En la nueva reforma municipal que urge, se deberán, pues, hacer modificaciones sustanciales en materias institucional, política y hacendaria, dando voz y voto a las representaciones municipales en las decisiones que atañen al país.

  A finales de noviembre anterior se llevó a cabo en la capital jalisciense la Conferencia Nacional de Municipios, de la que derivó la “Declaratoria de Guadalajara”, de 5 puntos, el último de los cuales expresa que se propone “Impulsar una gran reforma municipalista que actualice el artículo 115 Constitucional y que promueva el fortalecimiento de las competencias de los gobiernos locales, con especial énfasis en garantizar la rectoría del municipio sobre el espacio público urbano para que empresas privadas cumplan con el pago de los derechos por uso de la vía pública.”  Ello, creemos, deberá incluir a los organismos paraestatales como la CFE.


   Entonces, resulta a todas luces imprescindible ya que el municipio se haga fuerte para que haga fuerte a México.

RESEÑA

EL ENCUENTRO DE UNA PENÍNSULA
(Prólogo al libro del mismo título)*

Sobresalientemente ricos en información de toda índole son los documentos que en esta obra se reproducen.

   Noticias abundantes de naturaleza diversa se hallan aquí para ayudar a entender un proceso complejo de encuentro y desencuentro de dos mundos, el americano y el europeo, que bien pudiera sintetizarse en los textos de Francisco de Ulloa y Francisco Preciado, que analizados con la minuciosidad  de Lazcano y Montané ofrecen una visión nueva de hechos y fenómenos más generales que permiten descubrir, en cada momento de la lectura, evidencias adicionales.
   Con seguridad puede afirmarse que estos documentos aportan materia de reflexión y análisis no únicamente para la historia sino para la antropología, los estudios etnográficos, la geografía y ecología, la sociología y, de modo notable, para la investigación de todo aquello que tiene que ver con los afanes del hombre por persistir y pervivir, enfrentado a las fuerzas de las circunstancias y de sus propios impulsos.
   Lo que aquí se ofrece es lección viva de cuánto pueden lograr la voluntad, la creatividad, la imaginación, las ambiciones y la fe, no necesariamente religiosa sino la que se fundamenta y crece en la certeza de las propias potencialidades.
   Si la fe mueve montañas, los mitos, las leyendas y los símbolos mueven a la historia en muchos sentidos: Las amazonas, las Antillas y la misma California, por subrayar tres ejemplos, que de la realidad imaginística pasaron a formar parte de la nomenclatura geográfica, los descubrimientos, las conquistas, el poblamiento y las formaciones sociales de nuestra América.
   Es posible hablar de la invención de California.
   California nació en la literatura  -bella matriz e inmejorable cuna-  y tomó realidad en este vasto territorio que rebasó los confines peninsulares hasta adentrarse en el septentrión del continente americano.
   Fue utopía (si nos atenemos al origen del término) desde el siglo XV, se convirtió en referencia toponímica a partir de las andanzas cortesianas en el noroeste novohispano, tomó realidad textualmente incontrovertible en los apuntes de Francisco Preciado, adquirió naturaleza antropológica en la precaria definición de sus etnias, y consolidó su carácter histórico en los afanes de los miembros de la Compañía de Jesús cuya labor no se limitó a evangelizar sino a construir un mundo nuevo, con lo cual devino utopía nuevamente, tal vez para confirmar su irrenunciable identidad...
   La historia (pariente cercana de la filosofía, la literatura y la ciencia), lejos de ser visita guiada a los cementerios ha de constituirse en enseñanza vital para validar su importancia, en aprendizaje práctico y lección vigente para legitimar su utilidad, y en discurso ameno para asegurar su interés.
   Esta cosecha historiográfica contiene enseñanzas vitales que muestran modalidades diversas del choque entre formas distintas de mirarse a sí mismas y ver el mundo y la vida, tanto como las múltiples imbricaciones e implicaciones que necesariamente resultan de tal eclosión, repetida ininterrumpidamente desde el principio de los tiempos.
   Contiene aprendizaje práctico en cuanto nos coloca en situación de primera fila ante ocurrencias cuyo conocimiento permite tomar la delantera a la experiencia propia. Es por eso también lección bastantemente aprovechable para cualquier tiempo actual. “Nadie experimenta en cabeza ajena”, es verdad, pero “sobre aviso no hay engaño”.
   Y es discurso ameno, ciertamente: ameno, llano y claro que alienta a la lectura. Admira en realidad la amable rigurosidad con que los autores del volumen que comentamos, conducen la revisión de los escritos y, con acuciosa sencillez, logran detener oportunamente al lector para hacer hincapié en observaciones pertinentes y puntuales.
   Lo hacen expresando con simplicidad los pensamientos, y tal condición exige algunas dosis de modestia y considerable nivel de sabiduría que permiten escribir para comunicar cabalmente.
   Lo cual se debe agradecer. (Emc)


* El encuentro de una península. La navegación de Francisco de Ulloa (1539-1540), por Julio César Montané Martí y Carlos Lazcano Sahagún, Fundación Barca (colección Navegantes de la California, 3), 251 p., Ensenada, B. C., 2008.

ACTUALIDAD

QUIMERA DE LOS 200 DÍAS
(Reedición actualizada)

         Uno de los aspectos que exigen revisión y corrección en México es el que refiere al mito de los 200 días que teóricamente se deben laborar en las instituciones básicas de enseñanza. Esa bicentena de días de trabajo escolar sigue siendo sólo una falacia oficial en la que nadie cree porque en ningún plantel se cumple.

         Es verdad sabida por las propias autoridades que en el momento de planear el año lectivo, los directivos y maestros tienen que hacer un descuento de, por lo menos, 20 % de esos 200 días (40 días hábiles) por concepto de suspensiones debidas a un amplio espectro de motivos, en especial los relacionados con celebraciones: los días del niño y del estudiante, de la madre y el padre, del maestro, etc., hasta el de muertos y, en el peor de los casos, el de jálogüin, que como temas de estudio son, desde luego, necesarios para la formación de los niños y adolescentes, pero de ningún modo pretextos para suspensión de labores docentes.

Al menos en el calendario del ciclo escolar que comienza este 24 de agosto quedaron fuera los puentes.
        
Las interrupciones se producen también en la ausencia de los profesores debida a permisos económicos y licencias por enfermedad (a los que tienen derecho, por supuesto). A ello ha de sumarse la asistencia de algunos grupos a desfiles y comisiones diversas, y todo lo demás que dicte la experiencia de cada cual.     

El problema que tales festejos presentan al rendimiento escolar es que su preparación requiere empleo de horas y jornadas enteras en que la tarea del aula ha de ser irreparablemente abandonada. Pero hay más aún: los gastos que la familia debe efectuar a efecto de proveer a sus pupilos para el cumplimiento de esos fines.

Fines perfectamente prescindibles, al cabo.
        
Porque tales fiestas son primordialmente de índole familiar, no necesariamente del ámbito escolar.

Porque generalmente los festejados acuden al convite con desgano, ya que “siempre es lo mismo”, “igual que todos los años”, “pura perdedera de tiempo”, como se escucha  opinar.

Porque los mismos organizadores acaban por hacerlos para cumplir un deber que impuso la costumbre, bajo el signo de la rutina, sin propósito de innovación.

Porque conllevan erogaciones innecesarias al presupuesto familiar.
Porque en su elaboración se dedica un tiempo que puede, debe ser dedicado mejor a cumplir los fines educativos, que es, de modo principal, para lo que enseñantes y discípulos se encuentran en la institución.
        

Porque, finalmente, la escuela se crea así una distorsionada imagen social de desperdicio de tiempo e incumplimiento de sus obligaciones fundamentales. 

EFEMÉRIDE

DÍA DEL PEATÓN


Este lunes 17 de agosto fue celebrado el día del Peatón. En el ámbito universal se hace desde 1897, para conmemorar la fecha en que en el mundo fue atropellada la primera persona; ello ocurrió en Inglaterra.

   Buena oportunidad para recordar que la especie del peatón vive en este planeta hace ya varios cientos de miles de años, y la del automóvil llegó a nuestro mundo hace apenas unos cuantos. Es más: tenemos fundadas esperanzas de que la especie humana permanecerá después de que la del carro se haya extinguido. Tenemos, pues, derechos de antigüedad y de probable sobrevivencia, a pesar de todo.

   Añádense a esto los hechos irrebatibles de que el peatón no contamina y de que cada caminante favorece la fluidez del tránsito vehicular. Y encima de eso todavía le son intervenidas las estrechas áreas por donde camina, como si no fueran suficientes los puestos ambulantes, zaguanes y puertas abiertas de par en par y los montones de arena y grava que cierran el paso por toda la ciudad, como si la acera fuese tierra de nadie que cualquier chofer, cocinero ambulante o transporte “materialista” pudieran ocupar.

   Fecha propicia para reiterar que el peatón no es un ser inferior o inútil al cual se puede invadir impunemente los espacios.

   La acera no es para colocar la máquina de cada quien, por potente que sea o bonita que parezca. El coche es un artefacto útil pero también un cuerpo extraño en la naturaleza; sus bondades innegables se reducen cuando se le convierte en un estorbo. El lugar de la unidad automotriz está en la cochera, sobre el arroyo de la calle o en otros sitios legalmente autorizados para ello, excepto en las aceras.


   Resulta fuera de toda razón que se viole de modo tan abusivo la prerrogativa del transeúnte de caminar con absoluta libertad, sin la molestia de tener que rodear los aparatos y objetos plantados indebidamente sobre la acera.


   Es hora ya, entonces, de que se restituya al peatón la facultad de caminar por las aceras, carente del fastidio de topar en su camino con automóviles y demás impedimentos montados aparatosamente en ellas.

ESPACIOS NÚM. 6


      La serie Sudcalifornia: nuestra historia, puede verse en 
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ACTUALIDAD

PUERTA DE LA PAZ

En sesión del cabildo paceño que preside Francisco Monroy Sánchez, el sábado 15 del presente agosto fue aprobada la propuesta del Comité Técnico de Nomenclatura de Calles, Monumentos y Placas Conmemorativas del ayuntamiento, que presentó su coordinador el regidor Saúl Lamas Guzmán, de que se imponga el nombre original de “Puerta de La Paz”, al monumento conocido comúnmente como “cola de ballena”.

   La comunidad fue dando espontáneamente tal designación a ese espacio por constituir una alegoría de dos gaviotas que, de perfil y encontradas, semejan la figura de uno de esos cetáceos en el acto de inmersión.

   La obra corresponde al proyecto triunfador en el concurso a que convocó el ayuntamiento de la capital sudcaliforniana que presidió José Carlos Cota Osuna, y pertenece a Efrén Olalde Sánchez, cuyo premio le fue entregado el 3 de mayo de 1989 como parte del programa de aniversario de fundación de La Paz.

   El objetivo del certamen fue “obtener el mejor proyecto para la construcción de un monumento que, ubicado en la confluencia de la calzada Las Garzas y la Carretera Transpeninsular al norte, sea un auténtico mensaje de acceso o bienvenida a la ciudad turística y puerto de La Paz, capital del estado de Baja California Sur.”

   El conjunto es actualmente el núcleo de un amplio parque ajardinado con elementos de la flora desértica regional, de agradable ambientación.


   Mediante dicho acuerdo edilicio, la leyenda respectiva habrá de ser colocada en el medio círculo que se levanta sobre la escultura, que así recuperará su genuina denominación.

BIOGRAFÍA

UN SUDCALIFORNIANO SOBRESALIENTE*

Modesto C. Rolland Mejía nació en La Paz, Baja California Sur, el 14 de junio de 1881. Cursó los primeros estudios en La Paz y Sta. Rosalía. En Culiacán, Sinaloa, estudió y obtuvo el título de profesor de Instrucción Primaria.
   Emprendió enseguida la carrera de ingeniero civil, que terminó en tres años en vez de los cuatro del plan de estudios; se recibió en 1906, y desde el año anterior fue profesor de la clase preparatoria de Topografía, Drenaje y Riego en la Escuela Nacional de Agricultura y Veterinaria, cuyas lecciones publicó.  
   Propuso e impartió las primeras clases de concreto en México. Editó su Manual de Elementos de Cálculo para Cemento Armado; construyó innumerables residencias particulares, el acueducto Xochimilco-México y, en Paseo de la Reforma 96, una obra con claro de 22 metros.
   Organizó un Club de Ingenieros para  estudiar los problemas del país, donde propuso, entre otras, la nacionalización de los ferrocarriles y el establecimiento del ahorro postal. Presidió, con Emilio Vázquez Gómez, Francisco I. Madero, Félix  Palavicini, Aquiles Elorduy, Roque Estrada y Eduardo Hay el Centro Nacional Antireeleccionista, que luego sería partido nacional. Suscribió, como uno de los socios fundadores, el Manifiesto a la Nación publicado al iniciar su campaña electoral el Partido Antireeleccionista. Presidió el Club Antireeleccionista “Francisco Díaz Ramírez”. El subsecretario de Comunicaciones Manuel Urquidi lo invitó a organizar esa dependencia. Era maestro del Colegio Militar y entró en desacuerdo con las prácticas del huertismo. Tras un breve confinamiento decidió embarcarse en Veracruz hacia los E.U.A.
   El ministro de Comunicaciones de don Venustiano Carranza lo presentó al presidente, a quien le habló de los problemas de México; le habló sobre todo de la educación y la necesidad de crear un sistema escolar. El ejecutivo lo comisionó a viajar por los E.U.A. con la finalidad de elaborar planes para la reconstrucción, pero en especial para organizar el sistema educativo elemental y la administración municipal. Enseguida recibió el nombramiento de cónsul en Nueva York, comisionado para crear órganos de difusión de la política carrancista. Elaboró artículos para revistas y un boletín semanal que se enviaba a 500 periódicos y autoridades de los E.U.A. De regreso a México fue nombrado oficial mayor de la secretaría de Comercio. El consejo directivo de los Ferrocarriles Nacionales lo nombró consejero, y pronto fue designado ministro de Comunicación del gobierno de Carranza, y posteriormente comisionado como secretario de la Comisión Técnica del Petróleo, con Pastor Rouaix como presidente; el grupo viajó a los E.U.A. a estudiar la industria petrolera.
   Rolland, Salvador Alvarado y otros lanzaron la convocatoria a constituir la Confederación Revolucionaria para la organización como corolario de la victoria armada. Acompañó a Yucatán a Salvador Alvarado, nombrado gobernador, quien lo comisionó para organizar  la Comisión Estatal Agraria; creó el Catastro Rural Agrario y reeditó su libro de topografía y construyó el primer muelle de concreto para la terminal de petróleos del puerto de Progreso. Promovió el apoyo de las maestras para que el gobernador confiriera el sufragio a las mujeres. Lamentó públicamente el poco provecho en México de la explotación petrolera (a pesar de que era el tercer productor mundial) y la desaparición de la Comisión Técnica del Petróleo que preparaba leyes para proteger este patrimonio. Recomendó la nacionalización del petróleo y la construcción de oleoductos y refinerías en todo el país. Logró el nombramiento del ilustre maestro colimense Gregorio Torres Quintero como jefe del departamento de Educación Pública en Yucatán. Ante una inminente guerra con los EUA por el conflicto que provocó la “Expedición Punitiva”, la “Unión Americana Contra el Militarismo” invitó a Modesto C. Rolland, Luis Manuel Rojas y Gerardo Murillo (el Doctor Atl), a una conferencia de paz en El Paso, Texas, que luego se instaló en Washington como la “Comisión de Paz Interamericana”, con un representante estadounidense como presidente, y de vice presidente Modesto C. Rolland. Ante actitudes intransigentes de los angloamericanos publicó una carta abierta al presidente de esa nación señalando la grave injusticia que significaría una guerra contra México. Más tarde dirigió varios órganos periodísticos.
   Propuso a don Venustiano soluciones para el distrito Norte de la Baja California, y le solicitó que se enviara una comisión ejecutiva para su estudio. Un comité formado por Salvador Alvarado, Ezequiel  A. Chávez, Max Chaubert, Pedro Solís Cámara y Modesto C. Rolland presentó al Congreso Constituyente el proyecto de ley del Servicio Civil para las Ciudades Mexicanas. Modesto C. Rolland y Eduardo S. Carrillo fueron diputados propietario y suplente por el distrito Sur de la Baja California. Como gerente de la Compañía de Fomento del Sureste de México logró dotar de comunicación inalámbrica al estado de Yucatán. Cuando Salvador Alvarado intentó figurar en las elecciones presidenciales fundó el diario El Heraldo de México y nombró a Modesto Rolland como director (1919–1920).
   Encabezó una comisión de la secretaría de Hacienda para estudiar las condiciones del distrito Norte de la Baja California; el reporte resultó un análisis preciso de la situación económica y política de esa porción peninsular con varias propuestas de soluciones, entre otras la creación de un puerto en la Laguna Salada. También recomendó la construcción de varias presas, de las que sólo se construyó la “Abelardo Rodríguez”. Redactó el decreto para la creación de los Puertos Libres que expidió el presidente Adolfo de la Huerta. Presidente  de la Comisión Nacional Agraria nombrado por el gobierno del general Obregón, donde elaboró el proyecto para fijar la extensión de las dotaciones ejidales. Publicó El Desastre Municipal en la República Mexicana, con prólogo de Manuel Gómez Morín, primer libro escrito en México sobre el municipio libre, que incluye el Proyecto de Ley del Servicio Civil para Ciudades Mexicanas.
   Fundó el periódico El Hombre; publicó una obra sobre Cimientos, Pisos y Techos de Cemento Armado; escribió Los Puertos Libres Mexicanos y la Zona Libre en la Frontera Norte de la República Mexicana. Presidía la radiodifusora CYB cuando se fusionaron la Liga Mexicana de Radio, el Centro de Ingenieros y el Club Central Mexicano de Radio para formar la Liga Central Mexicana de Radio; Rolland fue su fundador y  presidente; entre sus dirigentes figuraba Vicente Lombardo Toledano. Representó a la LCMR ante el presidente Obregón, al proponerle la reglamentación de radioemisoras. Organizó la Gran Feria Radioeléctrica en el Palacio de Minería. Representó a los Puertos Libres Mexicanos en el segundo Congreso Nacional de Ingenieros, en Monterrey, N. L. Se le nombró director de Puertos Libres Mexicanos. Heriberto Jara, gobernador de Veracruz, lo contrató para construir un gran estadio en Jalapa; la obra quedó terminada en dos meses y dieciséis días ante el estupor de especialistas de todo el país, por el techo volado de más de 3,000 metros cuadrados que cubre la gradería.
   Su esposa Virginia de la Garza Meléndez, con quien contrajo matrimonio en 1908, falleció diecisiete años después en un accidente de tránsito, y dos años después se casó con la concertista Rosario Tolentino Guízar. En total tuvo 6 hijos.
   Cuando por decreto del presidente Calles desaparecieron los Puertos Libres Mexicanos, en su carácter de director, don Modesto entró en una larga polémica contra ese decreto, y en esta época se reintegró a la construcción de viviendas y edificios en la ciudad de México; entre éstos construyó el Foreign Club de México, residencia que sería de la Embajada Rusa, y en Cuernavaca el hotel Chula Vista. Entre 1912 y 1926 registró 11 patentes de su inventiva. Montó una planta para producir tabicones huecos y otros productos prefabricados, construyó y vendió una bomba de agua movida con energía eólica. Fue editor de Revisión, órgano de la Unión Georgista en la ciudad de México. Director de Vías Férreas de la secretaría de Comunicaciones, desde donde emprendió la construcción del Ferrocarril del Sureste. Obtuvo licencia para explotación de cobre en el poblado “Las Minas” ubicado en una barranca cerca de Jalapa, Veracruz. (En este lugar había nacido José María Garma González en 1903.)
   Escribió Comunismo o Liberalismo, dedicado a la Unión de Veteranos de la Revolución, en el cual reseñó el fracaso del laborismo y el agrarismo para lograr el bienestar público. Fue nombrado subsecretario de Comunicaciones. Accionista en Jalapa de la compañía petrolera La Laguna. Fundó y presidió la Compañía Petrolera Veracruzana. Como subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas le correspondió firmar el decreto presidencial de reinstalación de los puertos libres mexicanos junto con el presidente y el secretario de Hacienda. Le fue encargado el despacho de la subsecretaría de Economía. Con este carácter firmó, al lado del presidente de la República, el convenio y acuerdo de pago a cuatro empresas petroleras expropiadas por decreto de 18 de marzo de 1938, que destrabó el bloqueo extranjero al petróleo mexicano. Fue gerente de Puertos Libres Mexicanos; en Puertos Libres desarrolló el proyecto de la Decavía, que proponía transportar barcos de hasta 25,000 toneladas sobre diez vías dentro de esclusas viajeras, con recorrido de 188 kilómetros entre Salina Cruz y Coatzacoalcos, venciendo 220 metros de altura. Proyectó y construyó una draga fija, única en el mundo, que constantemente dragaría las arenas del arrastre litoral que bloquean Salina Cruz. Durante su gestión en este lugar se realizaron obras de pavimentación citadina y dotación de agua potable y drenaje a la población.
   En 1941, Neguib Simón se propuso construir una Ciudad de los Deportes con plaza de toros, estadio, cines, frontón, canchas de tenis, boliches, restaurantes, alberca olímpica, alberca con mecanismos para simular olas, arena de box y lucha libre y estacionamiento. Contrató al ingeniero Rolland para proyectarla y construirla, y los trabajos se iniciaron en diciembre de 1944, llegándose a emplear hasta 10,000 trabajadores en tres turnos. La novedad era que el ruedo estaba a 20 metros bajo el terreno natural, y las graderías más altas 20 metros arriba, con lo cual se logró duplicar la capacidad de las plazas más grandes del mundo. La obra se inauguró el 5 de febrero de 1946; el estadio olímpico fue inaugurado el 6 de octubre de 1946 y pasó a ser el primer gran foro para espectáculos deportivos, de componente diferente a la madera, en la ciudad de México.
   El presidente Manuel Ávila Camacho  lo nombró representante del ejecutivo federal y presidente de la Comisión Coordinadora del Suchiate, en Chiapas. En atención a la encuesta de Adolfo Ruiz Cortines, candidato a la presidencia del país, ofreció su “Efectiva manera de evitar la miseria pública y combatir el comunismo”. Desnudó los problemas nacionales haciendo ver que no se había resuelto la miseria pública, el desastre del agrarismo, el laborismo creador de clases privilegiadas sin atender los problemas de los trabajadores; y el conflicto electoral ya que los puestos de elección popular no habían sido para los mexicanos mejores y más preparados, y sin poner remedio al desastre municipal. Planteó finalmente las necesidades de la reforma económica, el respeto a la libertad municipal, la elección proporcional y los candados democráticos llamados revocación, iniciativa y referéndum, así como cesar disposiciones arbitrarias en la política ejidal.
   Con el titular de la secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas ideó y proyectó el concepto original del Centro SCOP. Se trasladó a su rancho Santa Margarita, ubicado a orillas de la ciudad de Córdoba, Veracruz. Fue invitado a acompañar al licenciado Adolfo López Mateos en su campaña como candidato a la residencia de la República, durante su campaña por la península de Baja California. En 1962, la Cámara Nacional del Cemento declaró que los precursores del concreto en México fueron los ingenieros Manuel Marroquín y Rivera, Miguel Rebolledo, Modesto C. Rolland y Ángel Ortiz Monasterio.
   El ingeniero Modesto C. Rolland Mejía falleció en Córdoba, Veracruz, el 17 de mayo de 1965, a los 84 años de edad y al término de una existencia fructífera en bien de México.


* Síntesis de Eligio Moisés Coronado en base a la biografía escrita por Justin Castro y Jorge M. Rolland C. en http://modestoroland.blogspot.mx/