VIAJE A CALIFORNIA DEL SUR

ACTUALIDAD

LAS EVALUACIONES QUE SIGUEN

Bien por la reforma educativa que promovió y, autorizado por la Constitución, está poniendo en ejercicio el presidente Peña Nieto, pese a los factores que se le han opuesto en reacción ya esperada (de acuerdo con Newton) pues ven en ella cambios inminentes que se les anunciaron y ya les están resultando adversos.

   Es la evaluación --a la que se quiere emparentar con el coco de los exámenes-- el quid del asunto, sin explicar que evaluar es, rotundamente, señalar el valor de algo, estimar, apreciar, calcular su valor, estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de alguien --según explica el lexicón de la Academia de la Lengua-- para diagnosticar, corregir y mejorar.

   A estas alturas estamos enterados vastamente de los argumentos expresados en ambos sentidos, pero casi a nadie convence la versión simplista que otorga a la reforma el mote de laboral, y a la evaluación el calificativo de punitiva.

   Lo importante es que se está aplicando el proceso evaluador que va mucho más allá de una serie de exámenes y que con propósitos aviesos se ha querido demonizar mediante sofismas que los desinformados ingieren y difunden con facilidad.

   Bien por la evaluación que es parte sustancial de la reforma educativa porque permitirá que sólo accedan, permanezcan y crezcan laboralmente quienes demuestren que poseen aptitud, capacidad y disposición para asumir a plenitud la trascendente función de educar en este país.

   Para asegurar calidad educativa, pues.

   Si pretendemos calidad en nuestro sistema educativo tenemos que aceptar y exigir que accedan a él los mejores; la sociedad mexicana tiene indisputable derecho a ello porque es la parte que paga, y el que paga manda.  

   Mas el asunto debe ir asimismo a todos los ejercitantes de oficios y profesiones, en particular a quienes pagamos sus servicios con nuestros impuestos y aportaciones: abogados, arquitectos, cronistas, ingenieros, médicos,  servidores públicos y todos los demás, pero también a quienes cubrimos honorarios personales, con tarifa fija o arancel a discreción: albañiles, carpinteros, electricistas, mecánicos, meseros, notarios, plomeros, sacerdotes...

   O sea que deberá llegar el momento en que cada uno de ellos, antes de que contratemos sus servicios nos presenten sus respectivos estados actualizados de evaluación realizada por instancia confiable, ya que de otra manera nadie nos garantiza el eficiente desempeño de su trabajo que esperamos y merecemos.


   Como es frecuente que ahora ocurra...

CRÓNICA HUÉSPED

LA CALIFORNIA

Por Miguel del Barco, S. J.

La California tiene de largo, desde el cabo de San Lucas hasta el último terreno al norte, ya reducido [al régimen misional jesuítico], más de trescientas leguas, y como otras ciento de reconocido en parte y descubierto. Su anchura no corresponde a esto, pues siendo en el cabo de San Lucas de diez leguas, prosigue después ya de veinte, ya de treinta, ya de cuarenta leguas de un mar a otro, según ensanchan más o menos las varias vueltas y revueltas de ambas costas. Siendo el país tan dilatado, es preciso que no sea en todas partes uniforme el temperamento de su aire y las calidades de su terreno. Así sucede, pero puede decirse en general que su temple es seco y caliente con exceso, y que la tierra es quebrada, áspera y estéril, cubierta casi toda de tierras pedregales y arenales inútiles, escasa de lluvias y de manantiales, y por eso poco a propósito para ganados y del todo inepta para siembras y árboles frutales, si no hay agua con qué regarlas con frecuencia. Hablando más en particular, por espacio de veinte a treinta leguas, desde la bahía de San Bernabé o San José del Cabo, es menos áspera y estéril la tierra y más frecuentes los manantiales de agua, y más abundantes los pastos que en lo demás. En cuanto al temple, así este terreno desde el cabo de San Lucas hasta mucho más allá del presidio de Loreto, centro de la Conquista, es excesivo, por lo regular, el calor. Bien que éste se templa en invierno y llega a hacer algún frío, y aun a helarse el agua, mas esto sucede muy rara vez en el terreno dicho; pero más al norte es mayor el frío y, antes de los 30 grados, suele nevar por lo menos en la sierra. Lo más cálido de toda la California es la costa del golfo.
   Por cincuenta leguas, desde el cabo de San Lucas hasta el norte (que es la tierra que en la California llaman Sur), es terreno menos áspero. No obstante, fuera de algunas sierras que tiene cerca del golfo, se levanta otra más grande enmedio de la tierra, que corre de sur a norte, comenzando casi desde el mismo cabo de San Lucas, por espacio de treinta leguas o más. En las cercanías de la sierra se hallan aguajes con bastante frecuencia; mas, en retirándose de ella algunas leguas, como en lo restante del sur hacia La Paz todo es tierra bastante llana, pero muy seca. Pasado el sur, se sigue la tierra de los guaycuras que, aunque en la mayor parte menos montuosa, es de lo más estéril de la California toda [...]


   Historia natural y crónica de la Antigua California, edición y estudio preliminar de Miguel León-Portilla, UNAM, 1a. pte. de la introducción.